La historia del cine Gaumont: de la inspiración de un inventor francés a su venta al INCAA
El gobierno anunció una reducción de los gastos del organismo del cine y uno de los proyectos sería el cierre del complejo fundado en 1912.
Con más de 110 años de actividad, el Gaumont es considerado una de las principales casas del cine argentino. Fue el primer complejo en contar con una pantalla para proyector de 70 milímetros y es una de las sedes que más espectadores convoca para las películas nacionales. Ayer fue el punto de encuentro de una protesta por parte de actores y miembros de la industria cultural ante el anuncio de los recortes al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) por parte del gobierno de Javier Milei.
La semana pasada, el Ministerio de Caputal Humano comunicó una reducción en los gastos del organismo con el objetivo de reducir su déficit que, detallaron, es de u$s 4 millones. Una de las posibles medidas sería la venta del cine Gaumont, que desde 2013 pertenece al INCAA cuando se lo adquirieron a sus antiguos dueños. En ese lapso, el complejo vivió una serie de remodelaciones para modernizarlo y ampliar su programación.
La historia del Cine Gaumont
El cine fue inaugurado en 1912 en Rivadavia al 1600 enfrente de la plaza de los Dos Congresos. Primero llevó el nombre de Cinematógrafo de la Plaza del Congreso, pero poco después fue rebautizado como Gaumont Theatre.
El francés Léon Gaumont nació en París en 1864. Quería estudiar ingeniería, sin embargo, como sus padres no podían pagarle la carrera, decidió conseguir trabajo como aprendiz de un fabricante de binoculares. En 1895 compró una tienda de fotografía con tres socios, uno de ellos era Gustav Eiffel, responsable de la torre que lleva su apellido.
Si bien en un principio Gaumont quería desarrollar un negocio ligado a la óptica, pronto cambió su idea para dedicarse a la proyección. En 1908 se lanzó a difundir el cine con la inauguración de su primera sala en París y se propuso reunir a toda la industria en una asociación para promoverla. Por eso, se decidió que la sala porteña lleve su apellido.
Al borde de la demolición
El complejo original tuvo su primera renovación en 1946 para adaptarlo al nuevo sistema de pantalla ancha. Dos años después incorporaron Cinerama, un sistema de proyección que permitía tener una imagen panorámica del largometraje. Para 1995 se encaró una nueva obra con el objetivo de dividir el cine en tres salas y así aumentar su capacidad.
El INCAA alquiló el Gaumont a partir de 2003 y lo convirtió en su Espacio INCAA 0km, la sede principal de sus festivales y eventos dedicados a proyectar películas nacionales y films que no formaban parte del circuito comercial. Sin embargo, en 2012 los dueños del cine anunciaron que no tenían intenciones de renovar el contrato. Su plan era vender el espacio para que ahí se desarrollara un proyecto inmobiliario.
El dueño del Gaumont era el grupo Sociedad Argentina Cinematográfica (SAC) de las familias Cordero, Carballa, Ortiz y Lautaret. Ellos manejaban la cadena Atlas, pero en 2010 emprendieron su retirada del negocio tras más de cinco décadas.
En julio de 2012 la Legislatura porteña aprobó la Ley de protección estructural del edificio lo que impedía su demolición y en enero del año siguiente el INCAA adquirió el complejo.
La última gran obra de remodelación se inició en 2019. El objetivo era hacer un recambio de paredes, alfombras y butacas, además de una modernización del hall, la marquesina y la fachada, pero la pandemia retraso su reinauguración. Finalmente el Gaumot volvió a abrir en marzo de 2021 tras una inversión de $ 50 millones, según consignó Página 12.